Un grupo de 30 personas se dirigían a boicotear una manifestación fascista, cuando en la estación de Legazpi se cruzaron con el agresor, un joven de 24 años, soldado de profesión. Hubo un cruce de miradas y éste sacó un machete y apuñaló a varios jóvenes antifascistas.
Carlos Javier Palomino, miembro antifascista, recibió una puñalada en el corazón que le dejó en estado grave. Al día siguiente, el joven de 16 años murió, quedando así un resultado de muerto y heridos.
El agresor escapó corriendo pero la policía lo detuvo a la salida del metro.
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